Retales de Historia

Retales de Historia

lunes, 26 de noviembre de 2012

La tumba de Napoleón

Les Invalides.


En 1670, y según proyecto de Libéral Bruant y Jules Hardouin-Mansart, se iniciaron las obras para la construcción en París de un palacio que acogería a los soldados heridos en las muchas guerras en las que Francia ha estado metida. Con el paso de los años, lo que empezó siendo un palacio alcanzó proporciones descomunales, ya que se fueron añadiendo otros edificios, entre ellos, la iglesia de los Inválidos y la iglesia de los Soldados.

Detalle de la espectacular cúpula de Hardoun-Mansart.
Entrada a Los Inválidos, con la cúpula recibiendo a los visitantes.

Uno de los edificios que forman parte del conjunto arquitectónico de los Inválidos, la Dôme des Invalides, es un templo con planta de cruz griega de 56 metros de ancho. Encima hay una cúpula de 107 metros de altura, añadida por Hardoun-Mansart en 1706. La misma tiene una decoración que, de vez en cuando, recibe un baño de oro. No podía ser otro el lugar que Napoleón eligió en 1800 para panteón de héroes militares. Quién sabe si no estaría pensando en sí mismo. Pero Napoleón no muere en Francia, sino en el exilio, en la isla de Santa Elena, el 5 de mayo de 1821, y sus restos no se trasladan a Francia hasta 1840.

Sarcófago de Napoleón.
Mausoleo de Napoleón con vistas del Altar Mayor, las estatuas y los relieves de la galería.

En 1842, por orden de Luis Felipe, se inicia la construcción de una cripta diseñada por Louis Visconti, en la Dôme des Invalides. Después de terminada, los restos del Corso son trasladados al lugar en abril de 1861, convirtiéndose en mausoleo de Napoleón. Es emperador de Francia su sobrino, Napoleón III.

Vista de las estatuas que rodean el sarcófago.

En el acceso a la cripta hay dos estatuas. Una simboliza la fuerza militar; la otra, la fuerza civil. La cripta, de 15 metros de diámetro y 6 metros de altura, alberga en su interior, en un nivel inferior, un sarcófago de porfirio rojo de Rusia que descansa sobre un zócalo de granito verde de Los Vosgos. En el interior del sarcófago se encuentran seis féretros: de roble, de ébano, plomo, otra vez plomo, caoba y finalmente estaño. En éste se encuentran los restos que, en vida, tan poca tranquilidad dieron a Europa.

Tumba de Jerónimo Bonaparte, rey de Westfalia.

Rodeando el sarcófago, hay 12 estatuas, que simbolizan sus victorias. En la galería situada detrás de las estatuas, las paredes presentan relieves que aluden a organizaciones estatales impulsadas por Napoleón y que fueron muy importantes en Francia.

Tumba del general Foch.

Lógicamente, ahí no podía ser enterrado cualquiera. En el nivel superior, a la altura del altar mayor, figuran las tumbas de varias celebridades, entre ellos José Bonaparte, hermano mayor de Napoleón, y rey de Nápoles y de España; Jerónimo Bonaparte, hermano menor de Napoleón, rey de Westfalia, mariscal y presidente del Senado con Napoleón III. Hasta aquí el aroma a nepotismo. Entre los otros “afortunados” se encuentran el mariscal Turenne, inspirador de las tácticas militares del Corso; y el mariscal Foch, comandante de los ejércitos aliados durante la Primera Guerra Mundial. Desconozco cuántas personas visitan al año este lugar, pero sí sé quién fue su visitante más célebre: Adolfo Hitler.

Se dice que Napoleón hizo diseñar su tumba como la conocemos para obligar a todo el mundo a agacharse ante él, incluso después de muerto. Hay varias fotos de Hitler visitando la tumba de Napoleón y en una de ellas, como todo el mundo, se agachó a ver el sarcófago. No se sabe que fue del fotógrafo.

En nuestros días, el complejo monumental que rodea la Dôme des Invalides, tiene entre sus dependencias centros sanitarios y el Museo del Ejército de Francia. Recomiendo la visita: es un lugar grandioso lleno de Historia.

Entrada al Museo del Ejército, en París.

13 comentarios:

  1. Estuve allí hace muchos años y me pareció un lugar muy interesante. Muy buena entrada.

    Muchas gracias y saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario, Aliado. Si encuentro alguna vez la foto de Hitler agachándose ante la tumba de Napoleón reedito la entrada para ponerla.

      Eliminar
    2. necesito esa foto jajaja. Por cierto muy linda la entrada

      Eliminar
  2. Hitler nunca se agachó ante napoleón , se dice que se hizo alcanzar un espejo para verlo sin asomarse

    ResponderEliminar
  3. Hitler nunca se agachó ante napoleón , se dice que se hizo alcanzar un espejo para verlo sin asomarse

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes la foto ahí, con Hitler agachando la cabeza.

      Eliminar
    2. Hola Jonathan. Me temo que no has adjuntado la foto...

      Eliminar
  4. Hola Alejandra. Yo me imagino que lo de considerar si Hitler se agachó o no depende de la perspectiva de cada una de las personas que vieron ese momento o supuesto momento. Ahora bien, como dice el amigo Jonathan "ahí tienes la foto" que, por cierto, no la adjunta :(

    ResponderEliminar
  5. quiero felicitarte por tu buen hacer.
    magnifico todos tus escritos con todo lujo de detalles.
    Un saludo desde Malaga
    Eladio Ferrer

    ResponderEliminar
  6. Hitler observa la tumba, respetuosamente, sin más.

    ResponderEliminar
  7. ¿Es verdadero ORO con lo que bañan la cúpula?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas tardes, Inés. Sí han puesto verdadero oro, aunque no sé de qué calidad: supongo que buena, es algo complicado que los cacos lleguen ahí.

      Eliminar