Una
antigua leyenda de los Habsburgo habla de la aparición de un fantasma cada vez
que se aproxima el final de un miembro de la familia. Se trata de una mujer que
lleva puesto un vestido blanco, que camina como si estuviera flotando en el
aire y que no tiene ningún problema a la hora de atravesar las puertas
cerradas. Esta Dama Blanca, como así
se la llamó, se apareció ante Carlos I de España y V de Alemania cuando murió
en el Monasterio de Yuste (Cáceres) en 1558.
También
se dice que se la vio cuando Felipe III de España (nieto del anterior) murió en
el Alcázar de Madrid, en 1621. Carlos VI -Carlos III cuando aspiraba al trono
español- vio al espectro en Viena, en 1740. Francisco Esteban de Lorena, marido
de María Teresa de Austria, se dio con ella de sopetón (con el fantasma, no con
su mujer) en el Palacio Imperial de Innsbrück en 1765, e inmediatamente después
falleció. María Antonieta la vio en las Tullerías (París), cuando esperaba para
ser guillotinada (1792) durante la Revolución Francesa.
María Antonieta. Trabajo de Marie-Louise-Élisabeth Vigée-Lebrun, efectuado en 1778 |
Leopoldine,
futura cuñada de Napoleón I, la vio cuando su madre, María Teresa de las Dos
Sicilias estaba agonizando (Viena, 1807). Los títulos de rey de Roma, duque de
Reichstadt y príncipe de Parma que tenía “Napoleón II” apodado el Aguilucho, pero más conocido por ser
el hijo de Napoleón I y María Luisa de Habsburgo, no impidieron que se le apareciera
la buena señora en Schönbrunn, muriendo en 1832.
Duque de Reichstadt. Grabado de origen desconocido |
No consta
que cuando murió el archiduque Rodolfo -heredero de Austria-Hungría- en 1889 se
le apareciera la Dama Blanca, pero si
la vieron un criado del archiduque y unos campesinos cuando el espectro rondaba
por los jardines que rodeaban el pabellón de caza, aunque según Le Figaro se le apareció poco antes.
Archiduque Rodolfo de Habsburgo-Lorena, príncipe heredero de Austria, Hungría y Bohemia, con el uniforme de gala del Regimiento de Húsares. Fotografiado por Károly Koller en 1887 |
Y, cómo no, también se le apareció a Sissi en Montreaux once días antes de ser asesinada en Ginebra el 10 de septiembre de 1898 por Luigi Lucheni.
Asesinato de Sissi en Ginebra. Grabado del siglo XIX. Autor desconocido |
Se dice que Sissi, emperatriz de Austria-Hungría, que llevaba en su sangre el gen de la locura de los Wittelsbach, sintió la presencia de la Dama Blanca cuando murieron su hija Sofía a consecuencia del tifus (Budapest, 1857), cuando los revolucionarios de Juárez fusilaron a su cuñado Maximiliano I de México (Querétaro, 1867), cuando murió su primo Luis II de Baviera -el rey loco- murió ahogado en el lago Starnberg (Baviera, 1886); su hermana la duquesa de Alençon, murió a consecuencia de un incendio en un bazar de caridad (París, 1897)… No sabemos si la Dama Blanca dejó de molestar a los actuales Habsburgo o si éstos caminan mirando al suelo para no verla. Qué familia.
Bibliografía
Antonio Feros. El Duque de Lerma: realeza y privanza en la
España de Felipe III. Marcial Pons. 2002.
Brigitte Hamman. Sisi, emperatriz contra su voluntad.
Editorial Juventud. 1996.
John Lynch. Carlos V y su tiempo. Editorial Crítica. 2000.
Jolín, ¡qué interesante! Me alegra que saques a colación a Sissi, lo digo por tu nick, porque...¿es un nickname, verdad?
ResponderEliminarSaludos desde el sur
La segunda parte de mi nombre es de origen alemán, y buscando algo diferente como nickname pensé en utilizar mi nombre en alemán; me puse a rebuscar entre las dinastías alemanas y dí con Ludovika von Wittelsbach, la madre de Sissi, aunque lo normal es encontrarla como Ludovica de Baviera. Ya hablaré más veces de los Wittelsbach, dan mucho de sí.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar