Retales de Historia

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viernes, 25 de enero de 2013

Doña Virtudes

Hoy quiero recordar a una mujer que, en vida de su marido, no recibió todo el reconocimiento que merecía pero, afortunadamente, la Historia le ha hecho justicia. Me refiero a la reina María Cristina de Habsburgo, segunda esposa del rey Alfonso XII.

María Cristina de joven ,todavía como archiduquesa.

Maria Christina Désirée Henriette Felicitas Rainiera von Habsburg-Lothringen nació en Gross-Seelowitz (Moravia, actual República Checa) el 21 de julio de 1858. Fue hija del archiduque Carlos Fernando de Austria y de Isabel, archiduquesa de Austria-Este-Módena. Prima de Francisco José de Austria (aunque también se dice que sobrina), era abadesa del capítulo de Nobles Canonesas de Praga (institución donde se recogían señoritas venidas a menos), cuando su imperial primo le recomendó aceptar el matrimonio con el rey de España.

Carlos Fernando e Isabel, padres de María Cristina.

Medalla conmemorativa de la boda entre Alfonso XII y María Cristina.

Fue un matrimonio de Estado que se llevó a cabo en la Basílica de Atocha, en Madrid, el día 29 de noviembre de 1879. No fue demasiado bien recibida por el pueblo, que la apodó “Doña Virtudes” como burla porque su marido estaba con muchas pero con ella poco, a pesar de lo cual tuvieron tres hijos: María de las Mercedes, María Teresa y Alfonso.

María Cristina y sus hijos poco después de enviudar.

María Cristina jurando la Constitución.

Moneda de 5 pesetas conmemorando el nacimiento de Alfonso XIII.

En el momento de morir Alfonso XII (25 de noviembre de 1885), María Cristina se encontraba embarazada de cuatro meses. Parece que eso fue lo que hizo que no se nombrara como reina a su hija mayor, María de las Mercedes (llamada así en honor a la primera esposa del difunto rey). La infantita, de cinco años de edad, era Princesa de Asturias por ser la primogénita de Alfonso XII pero, para evitar situaciones desagradables a la niña, como podría ser ofrecerle un título del que luego podría ser desposeída si nacía un varón, la reina María Cristina asumió la regencia en nombre de lo que pudiera venir, que resultó ser Alfonso XIII, llamado así desde su nacimiento por ser hijo póstumo del anterior rey.

Antonio Cánovas del Castillo.

Práxedes Mateo Sagasta.

Políticamente, se inició arropada por el llamado Pacto del Pardo, acuerdo al que llegaron Antonio Cánovas del Castillo, líder del Partido Conservador, y Práxedes Mateo Sagasta, líder del Partido Liberal: con el fin de dar estabilidad a la Regencia, ambos partidos se turnarían en el poder tutelados por María Cristina hasta 1902, año en que se proclamó la mayoría de edad de Alfonso XIII.

María Cristina y Alfonso XIII niño.

Durante los diecisiete años que duró la Regencia, María Cristina se caracterizó por el equilibrio a la hora de tomar decisiones, lo cual no pudo evitar que se perdieran Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam. A su favor cuenta la promulgación de la Ley de Asociaciones y la Ley de Sufragio Universal (sólo el masculino). Respetó la Constitución y, en palabras de Galdós “La Regente no tiene camarilla ni consejeros privados que a veces hacen llegar una expresión falsificada del sentimiento público”, algo que la hizo muy diferente a otros reyes.

Moneda acuñada en 1903, que conmemora la subida al trono de Alfonso XIII el año anterior.

Antes de terminar su Regencia, hizo algo francamente curioso: el 28 de noviembre de 1901, hizo corregir su partida de matrimonio, de forma que los apellidos Habsburg-Lothringen (Habsburgo-Lorena) son sustituidos por el de Austria. Desconozco el motivo de dicha decisión.

María Cristina con los nietos en el zoo.

Y llegó el 17 de mayo de 1902: Alfonso XIII toma las riendas de la Corona. A partir de ahora, María Cristina se dedica a jugar con sus nietos y a obras de caridad. Tiene buena voz y sabe tocar el piano… En teoría, está apartada del poder, aunque con el título de Reina Madre, permanece a la sombra del hijo.

Sufre la tragedia dos veces más: sobrevive a sus dos hijas. La mayor, Mercedes, muere de sobreparto en 1904; y la menor, Teresa, muere de una embolia en 1914. Los hermanos de María Cristina llegaron a luchar en las filas de los Imperios Centrales durante la Primera Guerra Mundial.

Cortejo fúnebre de María Cristina.

María Cristina, Doña Virtudes, la que es considerada por muchos una de las mejores reinas de España, falleció en Madrid el 6 de febrero de 1929 a los 71 años de edad, después de una crisis cardiaca repentina. El día anterior lo había pasado ultimando los detalles de la visita de los reyes de Dinamarca los cuales, al llegar a Madrid, se enteraron de la triste noticia. Nadie se lo esperaba. Actualmente, los restos de María Cristina ocupan un lugar en el Panteón Real al haber sido madre de rey, el rey Alfonso XIII, que dos años después perdió el trono que tanto le costó mantener a su madre.

María Cristina en su madurez.