Después del Congreso de Viena (noviembre de 1814- junio de 1815) pudo
comprobarse en qué medida y en qué lugares tuvo influencia la Revolución
Francesa. Luis XVIII sube al trono francés restableciendo a la Casa de Borbón,
pero ya no pudo volver al antiguo orden, debiendo dar paso a un régimen con
tintes constitucionales. En Austria, no ocurrió así, y el príncipe Klemens von
Metternich fue el encargado de que se siguieran los cauces absolutistas. Se
estableció una red de espías infiltrados en embajadas o lugares de ocio. Se
limita la actividad política de la población mediante lo que se conoció como Decretos de Karlsbad (1819).
Klemens von Metternich |
Lo cierto es que esa población, viendo que no podían abrir la boca para
nada, empieza a quedarse en su casa, y se esfuerzan en hacerla lo más cómoda
posible. Es cuando surge el Biedermeier, estilo artístico que es conocido,
sobre todo, en el campo de la decoración, pero también lo encontramos en la
literatura, la música, la moda… El equivalente inglés al Biedermeier sería el Regency. En alemán, Bieder significa
sencillo, y Meier resulta ser un apellido muy extendido entre la clase
burguesa, clase que empieza a reclamar para ellos una serie de comodidades que
les hacen más llevaderas las actividades que realizan en su casa, que además es
el único sitio donde pueden opinar libremente, salvo que tengan personal de
servicio, en cuyo caso tienen que seguir con la boca cerrada, porque aquí
también podían colarse los espías.
En lo que es el precedente de la actual sala de estar, las familias se
reunían para bordar, leer, dibujar o tocar al piano adaptaciones de los autores
más populares, entre los que se encontraba Johann Strauss padre. Las casas no
eran muy grandes por lo que el mobiliario más bien es pequeño, pero cómodo y
funcional: nos encontramos con mesitas de costura, cómodas o sillones
inspirados en la forma de la lira.
Silla Biedermeier |
Entre los elementos decorativos se aprecian pequeñas columnas,
capiteles, palmetas… La madera es un elemento fundamental: abedul, arce, cerezo,
fresno, nogal, sicomoro y más; en las maderas de color claro se hacían dibujos
con incrustaciones de las maderas más oscuras. El azul pastel y el amarillo
destacan en la tapicería, aunque también encontramos flores en abundancia. Pero
no siempre la gente se quedaba en casa y ese día iba a bailar el vals o a
conversar sobre temas intrascendentes a los cafés vieneses. También había un
estilo a seguir en la vestimenta: las mujeres, zapatos planos, chal y
sombrillas. Los hombres pantalón largo, chaqueta ajustada, chaleco de color,
corbata, guantes, bastón y reloj de bolsillo. Pero parece que no era ropa
cómoda.
Moda Biedermeier |
Si por algún casual iban al teatro o a ver una obra musical, también se
podía sentir la presencia de la censura. Curiosamente, en las salas de baile
(no olvidemos que es época de valses) el público tenía libertad de movimiento,
de moverse de forma algo menos recatada. En cuanto a la literatura, Karl Marx y
Heinrich Heine emigraron, y los que no se iban o hacían caso omiso de las
observaciones de los censores tenían que hacer frente a multas o cárcel. Los
que no tenían ningún problema eran los autores de géneros menores, como la
novela corta. La verdad es que a nadie le apetecía comerse el tarro con la
represión que había.
En lo referente a la arquitectura, es elegante pero sin la pomposidad
del estilo Imperio, por ejemplo, el Stadttempel
en Viena. Influye en el Jugendstil y en la Bauhaus.
El Stadttempel es el edificio que sale en medio de la foto |
La pintura resulta muy agradable y describe el ambiente con precisión
fotográfica; es conformista (no quedaba más narices). Hay autores que defienden
su origen en la pintura holandesa del XVII.
Imagen que refleja plenamente la vida cotidiana de la época Biedermeier |
Pero después de todo esto, resulta que el Biedermeier es considerado
movimiento de transición por pesar demasiado en él los gustos de la
aristocracia… En 1848, al cabo de 30 años de denuncias arbitrarias y represión,
los vieneses salieron a la calle para exigir, entre otras cosas, libertad de
prensa. Se cansaron de quedarse callados.
Bibliografía
B. Echeverri. La gripe española. La pandemia de
1918-1919. CIS-Siglo XXI. Madrid. 1993.
Follet, Jean Philippe. Viena. Colección Un gran
fin de semana. Salvat. Madrid. 2006.
Nicolás Gómez, S. M. (2010). Los estudios de arte del siglo
XIX. Reflexiones en voz alta. Imafronte, (21-22), 277-287.
Recuperado a partir de https://revistas.um.es/imafronte/article/view/201001
Feliz Año Nuevo Ludovica. Muy interesante artículo. Me viene a la cabeza alguna que otra cuestión ¿este es un estilo esxclusivamente austriaco o se difundió por toda Alemania? Además da la impresión de ser una época más bien átona para Austria frente a un romanticismo tremendamente vital en el resto de Alemania.
ResponderEliminarSegún unas fuentes, es alemán; según otras es austriaco, algunas dicen que tiene ambos orígenes. A mí me cuadra más que venga de Austria, donde Metternich hizo pesar la represión con tal arte que tuvo callado a los austriacos hasta su caída por la revolución de 1848. Y ya se sabe lo que se dice en estos casos: que la represión exprime la imaginación de los artistas. Por cierto, Conde, Feliz Año Nuevo.
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ResponderEliminarMe gusta la entrada, enhorabuena Ludo, muy interesante.
ResponderEliminarAustriaco?..alemán? Me recuerda, no se por que, una anécdota que me pasó hace más de quince años. Le pregunte, por malicia, a un austriaco que pasaba por aquí, que lengua natal era la suya. El buen chaval se me ofendió, contestándome "alemán, deberías saberlo".
Pero yo sólo supe esbozar una sonrisa un poco burlona,eso sí.
Gracias a todos por los elogios. Por cierto, Mario, me hice eco de tu observación sobre equiparar el número de víctimas de la gripe española al número de víctimas en la Segunda Guerra Mundial: no se me había ocurrido...
ResponderEliminarMe encantó el post. Cursé literatura alemana y me costó mucho comprender la historia de este movimiento. En cuanto al movimiento en sí, el hecho de "tener que quedarse en casa" me resulta muy llamativo. Tendría que haber una guía con algunos títulos, por mi parte me encantan las novelas de Droste "El haya del judío" y Gotthelf "La araña negra". Saludos
ResponderEliminarAmiga Amema: me alegro que te haya gustado el post. Lo que tiene que ver con lo que fueron los Imperios Centrales me gusta mucho, así que habrá más, sobre todo si es del siglo XIX. Bis bald!
ResponderEliminarÉ nesse período que uma dança popular Ländler recebe uma forma instrumental mais definida com Joseph Lanner, resultado assim nasce o precursor da Valsa Vienense dos Strauss. A valsa é o Ländler com orquestra maior, belas melodias e que também irá encantar a aristocracia. É a época de Danúbio Azul, Vozes da Primavera etc.
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