Retales de Historia

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sábado, 23 de agosto de 2014

Thomas Edison y la bombilla

Era un hombre al que le ponemos la cara de Mickey Rooney o la de Spencer Tracy, quizás porque protagonizaron dos películas preciosas sobre su vida, pero nuestro héroe brillaba con luz propia, la luz de Thomas Edison.

Thomas Edison.

Séptimo hijo de Samuel Ogden Edison Jr. y Nancy Matthews Elliott, Thomas Alva Edison nació el 11 de febrero de 1847 en Milan (al norte del estado de Ohio) donde su padre había abierto una maderería en 1840.

Samuel Ogden Edison Jr.

Nancy Matthews Elliott.

La casa natal de Edison, en Milan (Ohio).

Cuando Thomas tiene 7 años de edad, la familia Edison se traslada a Port Huron (Michigan). Aquí Samuel ha conseguido un trabajo de carpintero. Todo esto está en la zona de los Grandes Lagos.

Edison a los 7 años.

Casa de la familia Edison en Port Huron.

En Port Huron es donde Thomas va a la escuela por primera y última vez en su vida. Su maestro cree que es tonto porque hace demasiadas preguntas, cuando eso solo era el principio de las preguntas que se haría a lo largo de toda su vida. A Nancy, su madre, no le sienta bien que hablen de su hijo de esa manera y, después de tres meses de escuela, lo saca de ahí para ocuparse personalmente de la educación de su hijo, y a la vista salta que lo hizo bien. Le procura formación humanística pero (lee a Shakespeare), pero a Thomas le gusta la ciencia, de forma que, de todos los libros que Nancy pone al alcance del niño habría que destacar Escuela de Filosofía Natural, de Richard Green Parker, libro en el que encontrará inspiración para desarrollar su vena científica. Y se monta un laboratorio casero.

Edison a los 12 años.

Con 12 años, en 1859, Thomas se tiene que poner a trabajar para ayudar en casa, y se emplea en un tren que hace la ruta entre Port Huron y Detroit. Tan joven y ya demuestra tener olfato para los negocios. Allí vende bebidas, cigarrillos, periódicos, verduras y otros productos. Esta actividad no le hace olvidarse de sus verdaderas inquietudes, y aprovecha las paradas de seis horas que el tren hace en Detroit para ir a la biblioteca, donde devora los libros. Un año más tarde, enferma de escarlatina, lo que le lleva a perder mucha audición, pero Thomas sabe verle el lado bueno: su condición de medio sordo le ayuda a librarse de reuniones sociales donde no se le ha perdido nada y pudo dedicar más tiempo a la investigación.

Una parte del dinero que ha ganado lo invierte comprando una prensa de segunda mano, que acomoda en el vagón de equipajes y escribe su propio semanario, el Weekly Herald, primer diario en aparecer a bordo de un tren. Estamos en 1862 y Edison llega a informar de la batalla de Shiloh (Guerra de Secesión). Hasta que ocurre algo: Thomas tiene permiso para usar un pequeño laboratorio que tiene junto a la imprenta; un día, un movimiento en falso del tren provoca la caída de una botella con material inflamable, lo que provoca un incendio y el despido de Thomas.

En 1862, salva un niño de morir arrollado por un tren y el agradecido padre le enseña el código morse y a utilizar el telégrafo, lo que le ayuda a encontrar trabajo en diferentes ocasiones: en la Western Union Company o en Wall Street, por poner un ejemplo.

Casa de Edison en Menlo Park.

Laboratorio de Menlo Park.

Los asistentes de Edison George Hill, E T Hughes, S D Mott y Francis Jehl en Menlo Park hacia 1880.

Thomas Edison en el laboratorio de Menlo Park, octubre de 1929.

Es un trabajador incansable, y en 1874, cuando Thomas Edison ya es un nombre, invierte sus ahorros fundando un laboratorio en Menlo Park, en Nueva Jersey, donde emplea un equipo de 60 investigadores: entre los primeros artefactos que salen de aquí hay un teletipo que imprime a gran velocidad. Pero la protagonista de hoy es la bombilla.

Laboratorio de Menlo Park en 1880.

Primera bombilla de Edison, 1879.

La bombilla es una lámpara incandescente que tiene en el interior de un bulbo de cristal un filamento metálico que produce luz cuando se calienta. Antes que Edison, otros ya habían investigado sobre la bombilla, pero fue el primero que consiguió hacerla rentable. Entre sus predecesores nos encontramos a Alessandro Volta, William E. Sawyer o Joseph Swan. Los problemas más comunes solían ser los costes de producción, que resultaban muy altos, o un consumo excesivo. La luz que emanaba de estas bombillas no duraba mucho, pues las temperaturas que se alcanzaban fundían los filamentos y quedaban calcinados al contacto con el oxígeno.

Ahora nos situamos en la época de la Segunda Revolución Industrial. El 29 de julio de 1878, Edison se encuentra en el estado de Wyoming en compañía de una serie de personalidades para ver un eclipse solar. Una vez terminado el acontecimiento, se fue de pesca a orillas del Lago Battle. Cuentan que a Edison se le rompió la caña y, cuando volvió al campamento, de la rabia la tiró al fuego. A un espíritu observador como el suyo no se le escapó que unas briznas de la caña, hecha con bambú, tardaban mucho en arder. A partir de esta anécdota, aparentemente sin importancia, Edison se esforzó en buscar un material para que el filamento pudiera funcionar todo el tiempo que fuera posible.

Edison a los 28 años.

Para dar con el filamento adecuado, Edison trabajó con diferentes materiales, principalmente con carbono. El primer hito lo situamos el 22 de octubre de 1879: la luz brilló durante 48 horas, la primera demostración pública de su lámpara incandescente fue el 31 de diciembre de 1879, y la patente fue concedida el 27 de enero de 1880. Pero, lo que son las cosas, solo unos meses después, el equipo de Edison descubre un filamento de bambú carbonizado que llega a durar más de 1.200 horas. Además, se mejoró el procedimiento para sacar el aire de los bulbos de cristal y cerrarlos pegados a la base de metal. Este concepto casi no ha tenido variaciones hasta nuestros días.

Esquema de una bombilla.

Posteriormente, Edison buscaría una forma de distribución de la electricidad adecuada para sacar el máximo rendimiento al invento. Entre los asistentes a la comprobación pública del funcionamiento de la bombilla, se encontraba Henry Villard, presidente de la Navigation Company, que le pidió a Edison encargarse de la iluminación del Columbia, la nueva embarcación de la compañía, donde se emplearon 115 bombillas.

Más o menos en esta época, Edison funda en Nueva York la Edison Electric Light Company: entre otras cosas, se dedicarán a fabricar bombillas. En 1889 esta compañía pasará a llamarse Edison General Electric Company, y en 1892 General Electric.

Edison Electric Light Company, ca. 1878.

Volvemos a 1880. Unas semanas antes de la concesión de la patente, el 1 de enero Edison pone las luces a la biblioteca, la calle y al laboratorio de Menlo Park. Este mismo año, el 17 de diciembre de 1880, Edison fundó la Edison Illuminating Company. Al año siguiente, Edison visita la Exposición Internacional de Electricidad de París. Para septiembre de 1882, clientes situados entre Wall Street y Manhattan tienen a su disposición 1.200 lámparas. No pasa un año y en Nueva York se encienden 10.000 bombillas más. El siguiente paso es Londres.

Joseph Swan.

Pero Edison también tuvo tropiezos después de haber saboreado el triunfo. El 8 de octubre de 1883, la oficina de patentes de Estados Unidos resolvió que la patente de Edison tiene demasiadas similitudes con la de Joseph Swan. Los juicios por esta causa se prolongaron a lo largo de seis años, hasta que el 6 de octubre de 1889, un juez dictaminó que las mejoras que hizo Edison sí eran válidas. Para evitar problemas en el futuro, Edison y Swan se asocian para comercializar el invento en el Reino Unido, fundando la Edison and Swan Electric Light Company en 1893.

Lewis Howard Latimer.

Hago un pequeño inciso para mencionar que, en 1884, Lewis Howard Latimer se une a la Edison Electric Light Company, donde trabaja como ingeniero. Quizás no pasaría de ser un miembro más del equipo de Edison si no fuera porque era el único hombre afroamericano empleado a sus órdenes. Además le encargaron ocuparse de la luz eléctrica pública en Filadelfia, Montreal y después en Londres.

Edificio principal de West Orange.

Edison en West Orange.

En 1887, Edison se traslada a West Orange (Nueva Jersey) para construir los 14 edificios de un nuevo complejo industrial, que incluye fábrica de bobillas, un generador de energía, un centro de investigación, biblioteca… Contrata a 5.000 trabajadores.

No dejó de ser un hombre de familia a pesar de que la sordera y tanto trabajo no facilitaban la vida social de Edison. Después de dos meses de relaciones, Thomas se casa con una empleada suya, Mary Stilwell, el 25 de diciembre de 1871; él tenía 24 años y ella 16: tuvieron tres hijos. Mary falleció de una sobredosis de morfina, administrada por motivos terapéuticos, cuando solo tenía 29 años de edad. Thomas volvió a casarse el 24 de febrero de 1886 con Mina Miller, de 20 años, con quien tuvo tres hijos más. Mina, era la hija del inventor Lewis Miller, artífice de una máquina cosechadora.

Mary Stilwell.

Mina Miller.

Henry Ford, amigo de Thomas Edison, dijo de él que su verdadero éxito radicaba en su capacidad para llevar al máximo los beneficios gracias a los sistemas de producción en masa y a los derechos de propiedad intelectual. 

Henry Ford y Thomas Edison.

El hombre que firmó más de 1.000 patentes, Thomas Alva Edison, murió el 18 de octubre de 1931 en West Orange (New Jersey). Tenía 84 años, y el año anterior había depositado su última patente. Llegó a decir que haría la electricidad tan barata que sólo los ricos podrían permitirse el lujo de usar velas. El día que murió en el Empire State Building se apagaron sus luces en homenaje al genio; hoy las compañías eléctricas apagan las nuestras.


10 comentarios:

  1. Muy buena entrada y, como siempre, muy bien ilustrada.

    Lo que sí he echado en falta fue la famosa discusión entre él y Tessla sobre el futuro de la corriente continua y la alterna. Por lo demás, me ha gustado mucho.

    Lo que sí llama la atención es cómo se contrataba antes a la gente, por miles, sin embargo, ahora se hace por unidades. No sé si sería porque antes no había tanta maquinaria o por los costes laborales.

    En cuanto a las empresas eléctricas actuales, yo creo que no nos quieren dejar a oscuras, porque no les interesa. Simplemente, saben que dependemos en exclusiva de su suministro y quieren sacarnos más dinero por el mismo producto. Con la colaboración del Gobierno, claro está.

    Saludos.

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  2. Sabía que me ibas a decir lo de Tessla, pero piensa que, dadas las diferentes actividades de Edison como empresario e inventor, y que dentro de esta faceta se ocupó de cosas tan diferentes como la bombilla o el fonógrafo, o ese mismo de la corriente continua o la alterna, me pareció más adecuado centrarme en la bombilla para definir mejor esta idea.

    En cuanto a la cantidad de gente contratada, no he encontrado datos que definan ese porqué, pero yo me venturo a pensar que, al tratarse de bombillas, Edison prefirió contratar a mucha gente para hacer muchas bombillas, que son objetos delicados y más fáciles de romperse si se ponían en manos de máquinas.

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  3. Estaba tratando de encontrar algo acerca de que Edison quisiera suplir las máquinas con gente, y si su amistad con Ford pudo influir a la hora de organizar la producción, pero más bien parece que fue al revés, quizás porque Ford fue empleado en la Edison Illuminating Company a partir de 1891.

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  4. Muy bueno, desconocía algunas anécdotas como la de que salvó a un chico de un accidente de tren. Además mi enhorabuena por las fotos, son muy originales.

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    1. Muchas gracias por tu comentario, Carlos. La verdad es que eliminar datos y datos para no hacer un artículo interminable me ha dolido un montón, porque si encontraba una anécdota interesante la siguiente más. En cuanto a las fotos, considero que son importantes porque ayudan a sumergirse en la historia que se cuenta.

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  5. Creo que en la película de 1940 "El joven Edison", protagonizada por Mickey Roney, se puede ver la anécdota del chico que fue salvado por este personaje de ser atropellado por el tren. Como antes, los trenes eran tan altos, pues se pegaron los dos al suelo y el tren les pasó por encima sin tocarles.

    Saludos.

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    1. Es cierto, hoy no se hubieran salvado con muchos de los trenes que hay ahora. Además de ser una película que no te cansas de ver, recuerdo muy bien esa escena. También había una en la que tienen que operar a su madre de apendicitis y no hay suficiente luz. Edison va a una tienda de la ciudad y roba un espejo que lleva a su casa, y delante pone un montón de velas, entonces el médico ya no tiene que esperar al amanecer para operar a su madre.

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  6. Pues a mí no me suena que robara ningún espejo, no obstante, hace mucho que vi esa película. Tendré que volver a verla.

    Saludos.

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    1. Lo que pasó es que estuvo buscando al dueño de la tienda para pedirle permiso, pero el hombre no aparecía, y rompió el cristal de la tienda y se lo llevó.

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  7. Pues, si tú lo dices será así, pero a mí no me suena de nada. Será que hace muchos años que vi esa película.

    Saludos.

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