Esto que voy a contar lo escribo basándome en mis recuerdos. Lo sucedido ocurrió cuando yo tenía 14 años, edad más que suficiente para enterarse de la gravedad de los hechos.
Los años 80 fueron una época en la que escuchaba mucho la radio. La verdad es que la música de entonces lo hacía fácil. Llegaba de la escuela y encendía la radio antes de saludar a nadie o incluso antes de merendar. Pero aquel día no lo hice así: merendé y después me puse a ver la tele. No recuerdo qué programas había pero ya había mucha publicidad, pero era entretenido. En la radio estaban transmitiendo la votación de investidura de Leopoldo Calvo Sotelo; Adolfo Suárez había presentado su dimisión y Calvo Sotelo era el candidato. Pero, como ya dije, ese día no puse la radio.
Mi madre llevaba un buen rato hablando por teléfono con una amiga y, cuando cuelga, nos dice a mis hermanos y a mí: “Teresa estaba escuchando la radio y cree que ha ocurrido un golpe de Estado”. “Vaya imaginación que tiene tu amiga”, le dijimos. Nosotros pensábamos que podían ser problemas de transmisión pero un golpe de Estado… ja, ja, ja, qué bueno. Y ni siquiera pusimos la radio. Insisto en la radio porque en aquella época no había Internet, ni teléfonos móviles para poner sms.
Cuando dieron las 9 de la noche pusimos la tele, la primera cadena, la VHF (la otra era la UHF, uachefe para los amigos) para ver el Telediario, pero se retrasó un poco, o al menos eso era lo que pensábamos. Esperamos un rato más y ya empezamos a preocuparnos. Entonces nos pegamos a la tele y a la radio. Después no recuerdo muy bien lo que pasó en lo que quedaba de día, supongo que nos fuimos a dormir, los golpes de Estado no entienden de si al día siguiente hay cole o no, pero sí recuerdo que mis padres decían algo acerca de qué podía estar pasando con el Rey.
Al día siguiente mi madre me dijo que sólo yo iría al colegio (iba al cole con mi hermano Jorge, que entonces tenía 4 añitos. Igual había disturbios y yo sola correría mejor. Para esa hora ya supe que el Rey había salido en la tele de madrugada rechazando el Golpe y El País había sacado una edición de madrugada (ahora ya sé que fueron cuatro, luego a lo largo del día fueron tres más); una hora después salió Diario 16 con una foto de Tejero (un periodista se había escondido el carrete en los calzoncillos, y gracias que no se estropeó en el revelado). Según testimonio de Pedro Erquicia (periodista conocido por todos por su intervención en Informe Semanal, el Rey hizo dos grabaciones, pero no fue por si triunfaba o fracasaba el Golpe, sino por si una de las grabaciones había salido mal pues quedaba la otra.
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Tejero en el momento de hacer Historia. Fragmento de una fotografía realizada por Manuel P. Barriopedro, de la Agencia EFE |
Poco a poco me fui enterando de más cosas: en Valencia, Jaime Milans del Bosch y Ussía (tío del periodista Alfonso Ussía) salió a la calle con los tanques, y decretó el Estado de Sitio (a eso de las 2 de la madrugada ya se había suavizado la situación en aquella ciudad.). Soldados golpistas también habían entrado en RNE (donde estaba Eduardo Sotillos) y ordenaron emitir marchas militares, sino se tomarían represalias.
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Despliegue de tanques en Valencia el 23 de febrero de 1981. Fotografía publicada en El País, en febrero de 1981 |
No recuerdo en qué momento empezaron a emitir imágenes por televisión, pero mis primeros recuerdos al respecto fueron la intervención del Rey “invitando” a la rendición y la actuación de Tejero en el estrado del Congreso de los Diputados. Parece que algunos corresponsales extranjeros se sorprendieron al ver a “un torero en el estrado”: era Antonio Tejero. Dijeron que Adolfo Suárez quiso hacer valer su autoridad como Presidente del Gobierno y está claro que no le hicieron ni caso. Otro hombre bastante más mayor se resistió también a los gritos de los asaltantes y quiso hacer valer su rango mayor que el de Tejero para intentar -en vano- que los asaltantes depusieron las armas: era Manuel Gutiérrez Mellado. Iñaki Gabilondo salió en televisión por primera vez.
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Discurso del Rey Juan Carlos I en la madrugada del día 24 de febrero de 1981. Imagen publicada en el diario El País, en febrero de 1981 |
Como el Ejecutivo en pleno estaba secuestrado, los Secretarios de Estado y los Sub-secretarios se encargaron del Poder Ejecutivo con “oficina” en el Hotel Palace. En las conversaciones con estos representantes estaba el general Alfonso Armada, que también andaba metido en el ajo.
Los asaltantes dieron la orden (la verdad es que ese día dieron muchas órdenes, estaban en su salsa) de apagar las cámaras para que no quedara más testimonio del que ya había quedado filmado en el primer momento. Uno de los cámaras tuvo la habilidad de apagar el piloto rojo para que los guardias civiles creyeran que ya no se filmaba. Gran parte de lo que se vió en la Cámara debe su conservación a Fernando Castedo (entonces director general de rtve), que rajó la piel del asiento de su despacho y escondió ahí la película, cuando entraron las tropas en las instalaciones de televisión. Castedo podía ver en los monitores de su despacho lo que estaba ocurriendo en el Congreso. En muchos momentos se puede notar un silencio atroz. Anna Balletbó es liberada en consideración a su embarazo… ¡de gemelos! El resto de las diputadas se liberaron al día siguiente, por la mañana. También se soltó antes a los invitados y a los representantes de prensa.
Volviendo al 23. A eso de las 8 de la tarde sacaron a Felipe González, Alfonso Guerra y Santiago Carillo más tarde a Gutiérrez Mellado y Rodríguez Sahagún, ministro de Defensa. En ese momento muchos pensaron que era para matarlos, hablando pronto y claro; a fin de cuentas, González, Guerra y Carrillo formaban parte de la oposición de izquierdas. Carrillo fue uno de los tres hombres que no se agacharon cuando entró Tejero, pero como estaba en una parte más alta de los escaños no se le ve bien. Ya no hay imágenes, se oyen ráfagas de disparos...
Otra vez el día 24 vuelve la tensión: Íñigo Cavero pidió que le disparasen, y Fraga protestó por el atentado a la Democracia. Empieza a correr el rumor de que los GEO van a tomar al asalto el Congreso de los Diputados. Entre las autoridades de mayor rango que están al frente de las Fuerzas de Seguridad del Estado opuestas a los golpistas se encuentran José Antonio Sáenz de Santamaría, que ordenó a la Policía Nacional que rodeara el edificio del Congreso de los Diputados, y José Luis Aramburu Topete, que entró en el Congreso con el fin de intentar convencer a Tejero que se rindiese. Por cierto, Tejero era teniente coronel.
A las 11 de la mañana ya se rinden una docena de guardias civiles. Después se ve a salir a otro grupo de guardias por la ventana de la Sala de Prensa del Congreso. Se sabe que después Tejero se declara único responsable de lo ocurrido y que sólo se entregaría a un superior y, además, tenía que ser en El Pardo (cómo no). La verdad es que ahora no recuerdo muy bien dónde se entregó. Aunque exige que no haya cámaras, se le ve en unas imágenes despidiéndose de un grupo de guardias civiles. También hay otras en las que está hablando con un hombre que lleva uniforme de la Marina, luego supe que se trataba de Pardo Zancada.
Tejero, que a pesar de todo sigue de lo más chulo, da la orden de salida de la sala a los diputados, pero Landelino Lavilla, a quien ya había ninguneado, le dice que eso es competencia suya. Tampoco sé muy bien a qué hora, los primeros parlamentarios que salen a la calle son recibidos con aplausos. La Guardia Civil vuelve a sus labores; gran parte de los implicados estuvieron liados dando un golpe de Estado y descuidaron sus tareas de control de Tráfico. Los servicios secretos también andaban algo liados ayudando a los golpistas a llegar al Congreso, se ve que no conocían bien Madrid.
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Manifestación por la Democracia. Fotografía publicada en la prensa española en febrero de 1981 |
18 horas de tensión precedieron a una manifestación por la democracia, que en Madrid reunió a más de 500.000 personas, salió a la calle a gritar “el Pueblo unido, jamás será vencido”.
Antonio Tejero cumplió una condena de chichinabo y aprendió a pintar en la cárcel y no concede entrevistas. Alfonso Armada perdió su graduación militar, pero siguió siendo marqués.
Para terminar, quiero citar unas palabra de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ex-presidente de la Junta de Extremadura: “Dicen que el Golpe se paró por tres hombres: Suárez, Gutiérrez Mellado y Carrillo. Por Dios, si todos hubiéramos sido tan valientes como ellos, se hubieran muchos más tiros y hubiéramos muerto muchos más”.
23 de febrero de 1981, día "extraño" donde los haya (hasta José María García estuvo transmitiendo la noticia). Sólo se condenaron a oficiales, las condenas fueron una porquería... Pero pudo la Democracia, que este "susto" sirva para darse cuenta que tenemos un tesoro.
23 de febrero de 1981, día "extraño" donde los haya (hasta José María García estuvo transmitiendo la noticia). Sólo se condenaron a oficiales, las condenas fueron una porquería... Pero pudo la Democracia, que este "susto" sirva para darse cuenta que tenemos un tesoro.